El primer libro del que tenía que escribir para pequeños lectores un poco más adentrados en el mundo de la literatura no podría se otro que Jim Botón y Lucas el Maquinista, de Michael Ende, de la editorial Noguer.
La historia transcurre en en una isla tan pequeña (Lummerland) en la que sólo viven el rey Alfonso Doce-menos cuarto, el Señor Manga, la Señora Quee, Lucas el Maquinista y su tren Emma. Todo comienza cuando a Lummerland llega un paquete para una señora que nadie conoce. Tras buscar a la señora por toda la isla sin éxito, deciden debe de ser un error y que el paquete es para la la señora Quee. Lo abren y dentro del paquete encuentran a un niño negro y extremadamente pequeño, al que llaman Jim Botón. Jim Botón va creciendo (aunque no mucho) bajo los cuidados de la Señora Quee, muy ayudada por Lucas el Maquinista. Un día, el Rey llama a Lucas y le dice que Jim Botón se está haciendo mayor, y que ya no caben en la isla, así que ha decidido que Emma se tiene que ir. Lucas decide que si se va Emma, él también ya que ¿qué hace un maquinista sin su tren? Cuando se lo cuenta a Jim Botón, su mejor amigo, éste decide irse con él. Y a partir de ahí se desarrolla la historia, contando el viaje de los tres, sus aventuras y los personajes que van conociendo.
Yo el libro lo catalogo como un libro de fantasia para los niños de más de 7-8 años, ya que las aventuras que viven y los personajes que conocen Jim Botón y Lucas el Maquinista son simplemente geniales y muy divertidas. El libro es una aunténtica maravilla, resalta el valor de la amistad, y ayuda a fomentar la imagiacnión de los niños. Las ilustraciones que la acompañan, aunque pocas y sencillas, pero están muy bien hechas y ayudan al lector a imaginarse los nuevos y raros sitios que van encontrando.
Sin lugar a dudas, es un libro que no puede faltar en la biblioteca de todo los niños. Es divertido incluso para los padres. El libro está catalogado para el segundo ciclo de educación primaria (a partir de 8 años). Yo de echo me lo leí con 8 o 9 años creo recordar. Aunque hace no mucho se lo dejé a la madre de una amiga suya que ya tiene los 7 años. Lo leyeron las dos con su hermana de 4 y les encantó a las tres. Es un libro que sin duda disfrutan tanto hijos como padres. Tiene una segunda parte, Jim, Botón y los 13 Salvajes que desgraciadamente no me he leido, pero sin duda en uno que compraré tarde o temprano.
Recomiendo Para leer éste libro una guía del libro que se puede encontrar en la web http://www.elvalordeuncuento.es/fic/libro/JimBoton.pdf . Desde ” El Valor de un Cuento” han elaborado una serie de guías de apoyo a los padres y profesores para fomentar la lectura de los más pequeños, entre las que se encuentra Jim Botón y Lucas el Maquinista. Estas guías van acompañadas de recomendaciones de actividades. Acabo de descubrir estas guías, pero pienso utilizarla para leer junto con mi hija este libro. Ya os contaré mi experiencia y que le parece a la niña.
En resumen: si tienes un niño de cualquier edad, compra este libro. No me cansaré nunca de recomendarlo. Mi puntuación: un 10 de 10.
pulsando sobre la portada del libro
Seguí tu recomendación intentando inculcar a mi hijo de 6 años, que sólo quería ver dibujitos en la tele, el gusto por la lectura, hacerle descubrir que un libro también te traslada a otros mundos y con él se viven aventuras mágicas. Hasta ahora estábamos con libros más simples, de frases muy sencillas, que él pudiera leer, pero claro, con poca miga. Así que pensé: “el secreto estará en que empiece yo a leerle libros más completos para que descubra lo que puede haber en un libro”. He de decirte que ha cambiado nuestra vida, al menos nuestras peleas diarias para irse a dormir. En las últimas semanas se iba a la cama rápidamente para tener ese rato de lectura juntos y disfrutar de las aventuras de Jim y Lucas (una delicia). Nos ha gustado muchísimo, a los dos; ayer que lo terminamos, quería empezar a leerlo de nuevo, no te digo más. Muchas gracias por la recomendación. Seguiré con otros títulos que mencionas y espero con ello lograr hacer de él un gran lector.
Un saludo,